El ambicioso viaje de 7 jóvenes

Nuestros caminos volvieron a cruzarse y continuamos nuestro viaje misionero a la escuela “Fuente de Amor”, que ya nos resulta familiar y cercana. A pesar del escaso número de miembros, esta vez pudimos realizar una gran y significativa labor.
Es agradable comprobar que en el equipo de este año no sólo había amigos de la infancia, sino también personas con las que antes sólo teníamos una relación fugaz, pero que ahora se han convertido en verdaderos amigos para muchos años. Esta vez sólo éramos siete, pero nuestra unidad y espíritu común nos permitieron hacer un trabajo grande y significativo. Construimos un parque infantil con una infraestructura bien pensada y de alta calidad, un espacio que será una alegría para los niños durante mucho tiempo. La cuidadosa orientación de Edik desempeñó un papel importante en ello: sus seguros conocimientos de arquitectura ayudaron a realizar el proyecto de forma competente y segura. Esta contribución no fue sólo el resultado de un esfuerzo, sino un verdadero regalo para los niños de la zona.